Resolviendo conflictos con Inner Journey Method

Resolviendo conflictos

Los conflictos son inevitables en cualquier grupo de personas que trabajen con un objetivo común durante un tiempo prolongado. Bien gestionado, esto es muy positivo para el crecimiento individual, colectivo y empresarial, pero requiere de una serie de infinitas confrontaciones que conllevan tensión e incertidumbre, y que a la vez posibilitan el cambio. Sólo el movimiento lleva al cambio. Se cambia por evolución o por revolución. Y los conflictos son pequeñas (o grandes) revoluciones.

En cambio, existe mucho miedo al conflicto. No debería, porque tiene un propósito profundo de reducir la ambigüedad e incongruencias en la experiencia y comunicación entre las personas. Un conflicto es casi como un grito desesperado: “necesito que me entiendas”. 

Habitualmente en los problemas en los equipos encontramos alguno de estos factores:

  • Falta de comunicación: la coordinación que es indispensable, requiere muy buena comunicación y confianza (vs. ocultación de información, acusaciones, personas que no se hablan ...).
  • Falta de identificación con el objetivo común (no creer o no importar el resultado, no hacerse suyo el objetivo ni las metas planteadas).
  • Falta de liderazgo (el líder debe generar líderes que se responsabilicen)
  • Falta de definición previa de tareas y roles (incluidas las del jefe, que debe asumir las propias responsabilidades) que genere complementariedad.

¿Por qué es diferente Inner Journey Method?

Nuestra intervención aborda cualquiera de estas circunstancias usando imágenes, conceptos y ejercicios amenos que rompen la lógica habitual. Nuestro método es diferente a otros métodos convencionales porque: 

  1. Nuestras dinámicas rápidamente se convierten en un nuevo lenguaje de comunicación. Es nuevo para todos, iguala a todas las partes del conflicto.
  2. Genera conversaciones diferentes a las habituales. No permite la repetición de los discursos aprendidos y no gana el que tenga más “labia”.
  3. Da mucha importancia a la valoración de las diferencias individuales. Ello genera reconocimiento y calma las emociones de enfado e irritabilidad.
  4. Amplía la visión de la situación. Todos los implicados adquieren una perspectiva mayor, que recoge múltiples maneras de ver las cosas y no es amenazante.
  5. Posibilita una visualización de un futuro común. En él, las necesidades individuales están recogidas - todos los miembros se comprometen, se afianzan las relaciones y la confianza.

Al mismo tiempo que intervenimos para mejorar la cohesión del equipo, se refuerza el liderazgo, la responsabilidad individual y la creatividad. Y un aviso: puede haber efectos secundarios: más energía, reconexión con la motivación y la implicación, clima más cálido y amable, mejor humor y creatividad.